De andar por casa.
¿Has oído alguna vez la frase: “Cuando
hablamos de dinero, hasta los santos se bajan de la peana”?
Es que el dinero es el condimento de la
avaricia y de la codicia. Mira la postura de Jesús .
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 4, 1-13
El Espíritu lo fue llevando por el
desierto, mientras era tentado
EN aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu
Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días
por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el
diablo le dijo:
«Si eres Hijo de Dios,
di a esta piedra que se convierta en pan».
Jesús le contestó:
«Está escrito: “No
solo de pan vive el hombre”».
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los
reinos de! mundo y le dijo:
«Te daré el poder y la
gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si
tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».
Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “Al
Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios,
tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles
acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para
que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”».
Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: “No
tentarás al Señor, tu Dios”».
Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor.
Le entra por la sencillez, por la
comodidad, por lo fácil para todos: si quieres que la gente se sienta bien, se
entusiasme… facilítale las cosas, no se las compliques… “Convierte estas piedras en pan”
Otra forma de ser efectivos es el
triunfalismo, el marketing, una buena propaganda… “lo que no se conoce no
existe”. “Tírate desde la cúpula del
templo” y todo el mundo se va a quedar sorprendido de forma que no vas a
dejar espacio para la duda…
Cuando el demonio ve que no entra
por ninguna, le ataca con con aquello que hasta los santos se bajan de la
peana: “Todo lo que ves te lo daré si te
arrodillas anta mí y me adoras”. La respuesta de Jesús e contundente: “No
tentarás al Señor tu Dios”.
El gran deseo del dinero es
convertirse en dios del hombre desplazando al Dios verdadero y convirtiendo al
hombre en su esclavo.
Jesús no se arrodilló ante nada ni
ante nadie, ante ningún poder humano y se mantiene fiel al Padre que es el
único que le mantiene intacta su libertad.
Cada una de las tentaciones es un
asedio a la libertad, por tanto, someterse a alguna es entregarse en sus manos
y ponerse a su servicio en lugar del Reino que es el único valor absoluto.