¡Gran merced y gran ventura a quien verlo mereció! ¡Quién lo viera y fuera yo!
Ver llorar a la alegría, ver tan pobre a la riqueza, ver tan baja a la grandeza y ver que Dios lo quería.
¡Gran merced fue en aquel día la que el hombre recibió!¡Quién lo viera y fuera yo!
Poner paz en tanta guerra, calor donde hay tanto frío, - ser de todos lo que es mío, plantar un cielo en la tierra. ¡Qué misión de escalofrío la que Dios nos confió! -
¡Quién lo hiciera y fuera yo! Amén.