hacer que brille su estrella
para que arrastre a la gente
y la lleve tras ella.
Pero la luz se apagó
y la gente sigue en tiniebla,
aunque es más exacto decir
que la tiniebla temió ser iluminada
y se escondió en sus luces de neón,
en sus leyes partidarias,
en sus amenazas de muerte,
en su libertad controlada,
en su liturgia caliente
y no acepta reconocerte.
Eres como un fantasma que pasa
a quien no se quiere mirar.
Tu presencia asusta,
estorbas en nuestra sociedad.
Fíjate, Jesús, que aunque la fiesta
la montamos en tu nombre,
rehúyen poner signos que hablen de ti.
No cabes en el tinglado,
aquí no hay sitio para ti.
Tu imagen es un recuerdo
que solo sirve para adornar
Belenes para concursos
y fiestas de navidad.
Tú pasas como una sombra
en busca de algún portal,
de algún anciano o enfermo
que vive en soledad.
Pasas y te vas
a nacer y a vivr
con los que entienden
que ni las leyes, ni el dinero,
ni los lujos, ni la religión
son dueños de la vida,
del amor y de la paz
y, todavía menos,
de la verdad y la libertad.
Deseo que el Señor nazca en ti
y se quede contigo para siempre.
Un fuerte abrazo
MELITÓN
