Un camino en el cual es el origen y la meta, y en el que todos
nosotros estamos inmersos, que tenemos que caminar, hoy aquí y mañana donde Él disponga.
Que esta acción de gracias sirva también para daros las gracias
a vosotras, hna Susana y hna Valle, gracias porque habéis llevado con creces
esta misión, pero sobre todo gracias porque vuestro sí engrandece a vuestras
comunidades religiosas y por ende a la Iglesia. Un nuevo camino, pero con el
mismo sentido y calor, el amor de Jesucristo al cual os unisteis para siempre y
por siempre, como nos dice el mismo Jesucristo “recibiréis cien veces más,
padres, madres, hermanos, para llevar mi palabra”.
San Marcelo Spinola nos dijo: "...allí donde haya una lágrima
que enjugar, allí corramos nosotros, y allí donde haya un corazón afligido, nos
precipitemos para proporcionarle alivio, ya que todo lo puedo en Él". Si así lo
hacemos también cobraran vida las palabras de Santa María Rosa Molas: “Todo
para gloria de Dios y bien de los hermanos, nada para nosotros”.
Muchas gracias por todo lo recibido y que Dios os bendiga".