Pocas formas hay mejores de empezar un tiempo de conversión como es la Cuaresma que celebrando la fiesta del perdón con el Sacramento de la Reconciliación.
Con la iglesia a rebosar hemos compartido nuestra debilidad y, sobre todo, hemos celebrado que Dios nos perdona.
Para rematar la fiesta, se nos han unido, recibiendo el sacramento por primera vez, parte de los niños y niñas que harán la Primera Comunión este año.