Como podéis ver, el tórrido verano nos hace poner en stand-by gran parte de la actividad parroquial, y es que el calor aprieta que da gusto, a pesar de que hasta ahora está siendo un verano llevadero en cuanto a las temperaturas.
Aún así, hay acontecimientos reseñables, como la bienvenida a Jorge, un nuevo miembro de la comunidad, enmarcada en la misa de ayer domingo.
Dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo: podríamos pensar que Jorge ha venido con muchos más, puesto que el día de su bautismo lo recordaremos por el Evangelio de la multiplicación de los panes y los peces.