Comunicado de la HOAC ante el último accidente laboral


EL TRABAJO ES PARA LA VIDA

“…el trabajo está en función del hombre y no el hombre en función del trabajo (…) se mide sobre todo con el metro de la dignidad del sujeto mismo del trabajo, o sea, de la persona, del hombre que lo realiza. (…) De hecho, en fin de cuentas, la finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre (…) es siempre el hombre mismo“ (Encíclica Laborem Exercens, 6)

Volvió a suceder. Luis Gregorio Valencia, murió el pasado 18 de Marzo, electrocutado, cuando realizaba tareas de reparación de una grúa en una fábrica situada entre Linares y Jabalquinto. Era de Albacete, tenía 24 años. Otro compañero suyo, de 31 años, natural de Hornos, tuvo que ser trasladado a Sevilla al sufrir graves quemaduras.

Con esta muerte, son ya cuatro los obreros muertos en el tajo en nuestra provincia en lo que va de año. Este trágico accidente se suma al balance de casi una muerte cada dos días en nuestra Comunidad. Tres muertes laborales, diariamente, en este país que llamamos desarrollado.

Como trabajadoras y trabajadores, nos queremos unir al inmenso dolor de los familiares y allegados de Luis Gregorio, ofreciéndoles nuestra más fraternal solidaridad, y al mismo tiempo, expresar la rabia y la impotencia que sentimos, como personas del Mundo Obrero y como cristianos, ante esta cruda realidad que tan a menudo nos está sacudiendo. Nos solidarizamos porque el Evangelio nos lleva a ello: a mostrar nuestra cercanía, nuestra compasión…, a tenerlos presentes siempre, en nuestras vidas, oraciones…
Nadie puede mantenerse impasible ante tanta desgracia injusta, y la mayoría de las veces, evitable. Creemos que mientras el trabajo humano esté sometido a la única lógica del máximo beneficio, mientras la productividad y la competitividad se logren a costa de degradar las condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras seguiremos pagando con nuestras vidas y salud la irracionalidad de este sistema de producción que padecemos. En el caso de Luis Gregorio, todo indica que la empresa CLEM no tenía la prevención de riesgos laborales integrada en la actividad que desarrollaba ni efectuó una evaluación de riesgos: de haberlos tenido no habría ocurrido este accidente. Esto es así porque se anteponen los criterios de eficacia y calidad, al preventivo.

La salud laboral es cuestión de Justicia. De condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar la actividad profesional con dignidad. Los mal llamados “accidentes” de trabajo se pueden evitar. Podrían desaparecer si se adoptaran siempre las medidas preventivas marcadas por nuestras leyes. Si se profundizara en una cultura real del trabajo saludable.
Además, la crisis económica actual y las medidas que se pongan en marcha para afrontarla no pueden servir para degradar más las condiciones de vida y trabajo del mundo obrero. La precariedad y la flexibilidad del trabajo suponen poner en juego la vida y la salud de quien lo realiza y el futuro de sus familias. La lucha contra la crisis no puede justificar un empleo a cualquier precio, porque la vida de un solo trabajador vale más que todo el oro del mundo.

EL TRABAJO ES PARA LA VIDA: ¡NI UN MUERTO MÁS!

Hermandad Obrera de Acción Católica. HOAC. Jaén.
Secretariado de Pastoral del Trabajo. Diócesis de Jaén.
Jaén, Marzo de 2010.